Género y Drogodependencias

La sentencia de Manresa

Aunque con un poco de retraso en su publicación en la web (se preparó durante la primera quincena de noviembre y salió en redes el 20 de ese mismo mes), no queremos dejar de mover y difundir este manifiesto al que desde Género y Drogodependencias nos sumamos como proyecto, a colación de la sentencia por la violación de una chica de 14 años por parte de 5 hombres mayores de edad. El tribunal consideró que era abuso y no agresión/violación, por lo que se explica en este enlace. Hay un problema en la redacción del tipo penal, que debe ser modificado.
Y dos apuntes más:
– Del sexto hombre, que miró mientras sucedía todo esto y no solo no prestó auxilio, ni avisó a nadie, sino que se masturbó mientras miraba, los jueces han considerado que no ha cometido delito alguno.
– Que se trata además de una menor de edad y su protección, no se ha hecho mención alguna…

Si os interesa, podéis adheriros al manifiesto aquí: https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLSeZypeyI5G4kupP-hfbmuTB0FZ3aRgfSKSZhy-eeUGp6mc05Q/viewform?usp=send_form

Versión en catalán

traducida al castellano más abajo.

Género y Drogodependencias ens sumem a aquest manifest on denunciem la sentència de Manresa, que reforça i perpètua el càstig i la violència contra les dones que usen drogues.

#SentenciaMasclista

“Els serveis i entitats sota signants que treballem amb persones que usen drogues, volem manifestar, pel que fa a la sentència del cas anomenat «la manada de Manresa», un seguit d’observacions.

Considerem que la categorització de “violència i intimidació” està pensada i redactada des d’una òptica patriarcal, ja que només s’associen a la violència o intimidació les agressions físiques contundents i la presència d’armes blanques o de foc. És evident que la violència té moltes més cares que aquesta, i aprofitar un estat de semi consciència d’una persona per agredir-la és violència sense cap mena de dubte.

Que l’estat de semi consciència sigui per un consum voluntari de drogues hauria de ser totalment irrellevant, i molt menys un pal·liatiu pels agressors.

Una sentència com aquesta augmenta l’estigma sobre les dones consumidores, ja que de manera indirecta les co-responsabilitzen de l’agressió. Això fa créixer la doble penalització que ja pateixen les dones consumidores, per ser dones i per consumir drogues. No ens cansem de denunciar que la mirada androcèntrica, masclista i patriarcal envers el consum de drogues fa que aquest consum, en cas d’agressió, funcioni com a un atenuant per als agressors i un agreujant per a les agredides. Aquesta mirada dual i desigual en funció del gènere de la persona consumidora crea un clima d’impunitat que des dels nostres projectes volem denunciar.

Des dels programes de Reducció de Danys i Prevenció de Riscos associats als consums de drogues, fa anys que denunciem l’error de seguir col·locant les drogues en un paradigma moral, que les faci un tabú social. Igual que fa anys també que apuntem a la doble estigmatització i càstig social que pateixen les dones consumidores. Per tant, volem remarcar que una sentència com aquesta perpetua l’estigmatització de les dones, les culpabilitza, les desprotegeix i les agredeix.

Finalment, recordem que és imprescindible la incorporació de la perspectiva de gènere en l’àmbit de les drogues i l’àmbit judicial així com l’abordatge feminista de tots els aspectes relacionats amb el consum: és una qüestió de justícia, d’efectivitat i, sobretot, de drets.”

Versión en castellano

Género y Drogodependencias nos sumamos a este manifiesto donde denunciamos la sentencia de Manresa, que refuerza y perpetua el castigo y la violencia contra las mujeres que usan drogas.

#SentenciaMasclista

“Los servicios y entidades abajo firmantes que trabajamos con personas que usan drogas, queremos manifestar, en cuanto a la sentencia del caso denominado «la manada de Manresa», una serie de observaciones.

Consideramos que la categorización de “violencia e intimidación” está pensada y redactada desde una óptica patriarcal, puesto que solo se asocian a la violencia o intimidación las agresiones físicas contundentes y la presencia de armas blancas o de fuego. Es evidente que la violencia tiene muchas más caras que ésta, y aprovechar un estado de semi consciencia de una persona para agredirla es violencia sin ningún tipo de duda.

Que el estado de semi consciencia sea por un consumo voluntario de drogas tendría que ser totalmente irrelevante, y mucho menos un atenuante para los agresores.

Una sentencia como esta aumenta el estigma sobre las mujeres consumidoras, puesto que de manera indirecta las co-responsabiliza de la agresión. Esto hace crecer la doble penalización que ya sufren las mujeres consumidoras, por ser mujeres y por consumir drogas. No nos cansamos de denunciar que la mirada androcéntrica, machista y patriarcal hacia el consumo de drogas hace que este consumo, en caso de agresión, funcione como una atenuante para los agresores y una agravante para las agredidas. Esta mirada dual y desigual en función del género de la persona consumidora crea un clima de impunidad que desde nuestros proyectos queremos denunciar.

Desde los programas de Reducción de Daños y Prevención de Riesgos asociados a los consumos de drogas, hace años que denunciamos el error de seguir colocando las drogas en un paradigma moral, que las haga un tabú social. Igual que hace años también que apuntamos a la doble estigmatización y castigo social que sufren las mujeres consumidoras. Por lo tanto, queremos remarcar que una sentencia como esta perpetúa la estigmatización de las mujeres, las culpabiliza, las desprotege y las agrede.

Finalmente, recordamos que es imprescindible la incorporación de la perspectiva de género en el ámbito de las drogas y el ámbito judicial así como el abordaje feminista de todos los aspectos relacionados con el consumo: es una cuestión de justicia, de efectividad y, sobre todo, de derechos.”